El regalo de graduación
El regalo de graduación; el joven estaba por graduarse de la universidad y su padre le había prometido un regalo monetario, le da un viejo Volkswagen
El regalo de graduación |
El muchacho estaba por graduarse de la universidad.
El padre del joven veía su reflejo en él.
Pasaron los días, hasta llegar el día de la graduación y toda su familia, primos allegados y uno que otro amigo, se reunieron en aquella gran celebración.
Todo era fiesta y felicidad.
Después de eso, el joven aún inexperto en su área de estudio, le dice a su padre:
–Papá, ya me he graduado, hace tiempo dijiste que me ibas a hacer un regalo en dinero para que vaya empezando con algo de qué mantenerme para toda la vida. Mi novia ya me refirió que debíamos casarnos y yo, pues la verdad no me queda mucho dinero para formar una familia.–
–Bueno hijo, si es cierto; yo te dije que te iba a hacer un pequeño regalito… o puede ser un gran regalo. Todo depende del lugar al que te acerques…–
Le dijo su papá.
Ahora, su padre agregó estás palabras:
–Te graduaste con todos los honores, como debía de ser. Aquí tienes un Volkswagen Sedán de la época de los 60’s. Como verás tiene más de cincuenta años, yo mismo fui a la agencia a por el. Pero; antes de que te lo quedes en si, quiero que lo lleves al lote de autos usados que está en el centro y averigua que cantidad de dinero te dan.–
El muchachito así lo hizo, fue al lote de carros usados, una vez averiguado lo que le interesaba, regresó con su papá y le comentó:
–Papá; me han ofrecido diez mil pesos por el auto, que porque está muy viejo y maltratado.–
Su papá le contestó:
–Bueno, ahora ve con el Volkswagen a la casa de empeño.–
Y el joven así lo hizo, fue a la casa de empeño, volvió de nuevo con su papá y le comentó:
–Esto va a peor, me han ofrecido sólo mil pesos, según que porque el auto ya está muy viejo. Sólo les dije que gracias y me vine.–
Ya para terminar con los mandatos del hombre progenitor del chico, le dice:
–Bueno, este es el último lugar al que lo vas a llevar para determinar el lugar en que lo deberás vender. Llévalo al club de autos antiguos y muéstrales al Volkswagen.–
El muchachito se llevó el auto, como su padre le ordenó; al club de carros antiguos. Al regresar, su papá lo veía muy contento y lo que le dijo era lo suficiente como para que los dos lo estuviesen.
–Papá, al entrar al Club, me topé de frente con unos señores ya mayores, más o menos de tu edad y por la ropa que traían puestas, se les notaba que eran de dinero…–
Su padre le interrumpe el discurso para decirle que le diga cuánto le han ofrecido.
–Cien mil papá, 100 000 pesos; es una suma lo suficientemente grande como para poderme casar con mi novia.–
Le dijo el joven.
–¡Cien mil pesos?–
Le contestó el padre a modo de pregunta como no pudiéndolo creer que le ofrecieran tal cantidad.
A lo que el hijo le agregó las siguientes palabras:
–Si; dicen que es un auto muy valorado por su diseño y que lo van a dejar como nuevo, que lo codician mucho dentro del club de autos antiguos.–
Su papá del muchacho le agregó las palabras siguientes:
–Lo que en realidad quería era que supieras que estando en el lugar correcto te van a valorar más y de la forma que mereces. Si no eres valorado no te sientas mal, simplemente quiere decir que ahí no debes quedarte a trabajar. Quienes conozcan tu valor, son los que te van a apreciar y tu lo notarás con su forma de ser. Jamás debes quedarte en donde no te den el lugar que mereces por lo que vales.–
Espero que les haya gustado esta pequeña, pero grandiosa reflexión.
Escribe un comentario
Publicar un comentario
Comenta el artículo