Antoni Gaudí i Cornet

Antoni Gaudí i Cornet.

Antoni Gaudí i Cornet; fue un reconocido arquitecto, máximo representante del modernismo, que realizó la mayoría de su obra en la Ciudad de Barcelona. Nació el veinticinco de junio de mil ochocientos cincuenta y dos (1852), en Reus, Tarragona. 

Hijo de Francesc Gaudí i Serra y de Antònia Cornet i Bertran, era el pequeño de cinco hermanos, de los que sólo tres llegaron a la edad adulta. 

Provenía de una familia de caldereros, hecho que le permitió al joven Gaudí adquirir una habilidad especial para tratar el espacio y el volumen, mientras ayudaba en el taller familiar. 

Gaudí; fue un niño de salid delicada, permanecía largas temporadas de reposo en el campo, donde pasaba horas contemplando la naturaleza que tanto lo inspiró. 

Desde muy joven ya empezó a mostrar interés por la arquitectura. Por ello en el sesenta y ocho, se trasladó a Barcelona con su hermano mayor, donde terminó el bachillerato y realizó los cursos de preparación para ingresar en la Escuela de Arquitectura. 

Gaudí era un estudiante bastante irregular, pero que ya manifestaba su buena mano. 

Entre el setenta y cinco (1875) y el setenta y ocho (1878) realizó el servicio militar, que coincidió con la tercera guerra Carlista, pero a causa de su salud, no tuvo que entrar en combate y pudo continuar estudiando. 

Mil ochocientos setenta y seis (1876) fue un año triste para Gaudí, su madre y su hermano fallecieron y su padre se trasladó con él a Barcelona. 

Gaudí; obtuvo el título de Arquitecto en mil ochocientos setenta y ocho (1878) y se estableció por su cuenta en un despacho propio, donde arrancaría su inimitable legado arquitectónico. 

La Barcelona de finales de siglo XIX estaba en un momento floreciente, en plena revolución industrial. Este era buen caldo de cultivo para un joven arquitecto, que vio como se abrieron numerosas puertas para realizar sus proyectos. 

Gaudí conoció poco después de graduarse al empresario Eusebi Güell, con quien inició una relación de amistad y profesional de por vida. 

Gran parte de las obras de Gaudí, fueron encargos de Güell, pero además de los trabajos para la familia Güell, Antoni Gaudí recibió gran cantidad de encargos y planteó innumerables proyectos. 

En mil ochocientos ochenta y tres (1883), Gaudí aceptó un proyecto que lo marcaría para siempre, el de la construcción de la Catedral de la Sagrada Familia. Con las obras recién iniciadas, el arquitecto modificó totalmente el diseño inicial, convirtiéndola en su obra más conocida y admirada en todo el mundo. 

Gaudí muestra la Sagrada Familia al nunciopapal, el cardenal Francesco Ragonesi en 1915. Gaudí fue considerado el Dante de la arquitectura por Monsegnor Ragonesi.

En su primera etapa de juventud, marcada por una revisión de la arquitectura gótica y musulmana, se incluyen edificios como la Casa Vicens, El Capricho, Los Pabellones de la Finca Güell, el Colegio de las Teresianas, el Palacio Episcopal de Astorga, La Casa de los Botines y la Cripta de la Sagrada Familia, entre otros. 

Gaudí no tardó en desarrollar su propio estilo y su ascensión como uno de los arquitectos modernistas más destacados fue rápida. 

En la última década del siglo XIX, con la finalización del palacio Güell, ya era un reconocido arquitecto. 

De mil ochocientos noventa (1890) en adelante, Gaudí perfeccionó el dominio del espacio y las artes aplicadas hasta convertir su arte en algo único e insólito. Se trata de la etapa de madurez de Gaudí, donde las grandes obras se sucedieron una detrás de otra. 

La Torre BellesGuard, el Parc Güell (famosa por la salamandra), la restauración de la catedral de Mallorca, la Iglesia de la colonia Güell, la casa de Batlló, La Pedrera, la Fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia. 

A partir de mil novecientos dos (1902), los diseños de Antoni Gaudí comenzaron a desafiar la clasificación estilística convencional. 

Curiosamente; el esplendor de la arquitectura de Gaudí, coincidió con un progresivo retraimiento personal, alejándose cada vez más de la vida social, a la vez que desarrollaba su sentimiento religioso. 

En mil novecientos catorce (1914) abandonó todas las demás obras para concentrarse en la sagrada familia, templo que quedó sin finalizar. 

Murió el diez de junio de mil novecientos veintiséis (1926), a pocas semanas de su septuagésimo cuarto cumpleaños, a consecuencia de las heridas sufridas al ser atropellado por un tranvía. 

Debido a su aspecto sencillo no lo reconocieron y lo llevaron demasiado tarde al hospital de la Santa Cruz, donde falleció. Fue enterrado en la cripta de la sagrada familia, después de un multitudinario funeral. 

En la actualidad, la figura de Gaudí es Internacionalmente reconocida. Gran parte de sus trabajos están considerados patrimonio de la humanidad y su obra de estilo orgánico basado en la naturaleza, se encuentra entre las más admiradas de la arquitectura de todos los tiempos.