Definición del síndrome de Tourette. |
Hola amigos, un miércoles más vamos a hablar de un síndrome que sufren muchas personas en todo el mundo, entre ellos la cantante Billie Eilish. Nos referimos al Síndrome de Tourette o Síndrome de Gilles de la Tourette, su nombre completo.
¿Conoces cuáles son sus síntomas?
Hoy explicaremos eso.
Podemos decir que es un trastorno neurológico que se caracteriza por movimientos repetidos o sonidos indeseados que no se pueden controlar con facilidad.
Las personas que lo padecen tienen tics, como puede ser parpadear constantemente, encoger los hombros o emitir sonidos raros.
Para que se hagan una idea amigos, tener tics es algo así como tener hipo, no estás enviando la orden a tu cuerpo de que lo haga, pero no puedes controlarlo.
Existen dos tipos de tics, los motores y los vocales. Los motores son movimientos del cuerpo, como puede ser sacudir un brazo. Los vocales son sonidos que la persona hace con su voz. Puede ir desde tararear, aclararse la garganta o emitir palabras.
Las personas que sufren el Síndrome de Tourette pueden combinar varios tics a la vez.
Dependiendo del caso, los tics pueden ser simples o muy complejos, lo que repercutirá directamente en la calidad de vida del que lo padece.
Entre los más complejos se encuentran los movimientos motores automutilantes, es decir; cuando las personas se hacen daño a si mismas. Puede ser por ejemplo, dándose cabezazos contra la pared.
Entre los más conocidos, aunque no son los más comunes, se encuentra la Coprolalia, que es cuando se dicen palabras malsonantes o insultos, y también la Ecolalia; cuando los enfermos no dejan de repetir palabras o frases de otras personas.
Esto puede afectar mucho a las relaciones sociales y a la propia autoestima de los que sufren Síndrome de Tourette, ya que en muchos casos, la sociedad no sabe cómo relacionarse con ellos, por lo que se sienten totalmente fuera del grupo.
Pueden parecer momentos graciosos cuando los vemos desde fuera, pero pónganse en su piel, no pueden controlarlo.
Los síntomas de esta enfermedad comienzan cuando el niño o la niña tiene entre cinco y diez años de edad. Al principio suelen ser tics motores que ocurren en el área de la cabeza y el cuello y luego van empeorando.
Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más posibilidades de sufrirlo que las mujeres. Se cree que a partir de la adolescencia, los síntomas suelen ir a menos. Aunque en periodos de ansiedad o estrés, el trastorno puede empeorar bastante.
Actualmente; este es un síndrome sin cura, pero si existen diferentes tratamientos que pueden ayudar a controlar los tics. Muchas personas tienen tics leves que no les impiden seguir con sus actividades diarias, así que no necesitan tratamiento.
Sin embargo; hay otras que si. En ese caso combinan medicamentos con una serie de terapias que ayudan al autocontrol.
A menudo, las personas que padecen Síndrome de Tourette tienen también trastorno por déficit de atención e hiperactividad y trastorno obsesivo compulsivo. Esto no ocurre siempre, pero si puede darse. Es importante que todos sean diagnosticados correctamente para dar con posibles soluciones o ayuda.
El Síndrome de Tourette lleva ese nombre por el importante papel que tuvo en su estudio y diagnóstico el neurólogo francés Georges Gilles de la Tourette (Georges Albert Édouard Brutus Gilles de la Tourette).
A partir de mil ochocientos noventa (1890), siguiendo las pautas marcadas por el profesor Jean Martin Charcot, no dejó de investigar sobre esta patología. Consiguió revelaciones fundamentales.
Por el momento no se saben las causas exactas que provocan el síndrome. Se cree que hay cambios en el cerebro y problemas en la forma en que se comunican las células nerviosas. En cualquier caso, también hay un alto componente genético. Es decir; podría ser un trastorno hereditario.
Como ven amigos, muchas de las cuestiones que afectan a este síndrome todavía están por resolver. Pero es importante conocer sus síntomas, para que si tienen a alguien cerca que lo padece, puedas ayudarle a sentirse integrado.
La empatía es fundamental para que todos vivamos felices.
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