 |
| ¿Qué sabes de la felicidad? |
La increíble ciencia de la felicidad…
Hoy tenemos un artículo muy curioso. ¿Qué necesitamos para ser felices? Es una pregunta complicada.
Siempre hemos pensado que la mayoría de las personas estábamos predispuestos para ser alegres o tristes por naturaleza, que la gente nacía condicionada genéticamente para una cosa u otra independientemente de lo que sucediese en sus vidas.
Pero hoy en día sabemos que no es así. Esta visión ha cambiado en los últimos años conforme los investigadores han ido ganando cada vez más y más la sorprendente ciencia de la felicidad.
En dos mil doce (2012), se realizó un exhaustivo estudio sobre la relación del dinero, la felicidad y la satisfacción.
En el pudimos ver que existen grandes diferencias entre países acerca de como se percibe la felicidad.
Resultó que Dinamarca estaba en primero en la lista de satisfacción en la vida y equilibrio entre vida laboral y familiar. Pero sin embargo, era la número décimo séptima en cuanto a ingresos.
Por el contrario; Estados Unidos fue el primero en ingresos, pero el número doce en satisfacción de la vida y el décimo noveno entre vida familiar y laboral.
También, hasta hace poco pensábamos que las emociones negativas eran más poderosas que las positivas. Es decir; que es más probable que estés molesto por perder veinte pesos a feliz por ganarlos. Sin embargo; hemos podido comprobar que sólo es así a corto plazo.
En el momento en que suceden esas cosas, pero a largo plazo; son las emociones positivas, las que tienen mayor impacto y durabilidad.
Una de las creencias más clásicas, nos dice que somos más felices cuando más dinero tenemos.
Pero por si el anterior estudio de dos mil doce (2012), no fuera suficiente para demostrar lo contrario, también hemos comprobado que tener ingresos más altos o mayor intelecto que la mayoría, no se relaciona con ser o no feliz. No existe ninguna evidencia científica que demuestre que el dinero compra la felicidad.
En cambio, los estudios disponibles, si muestran que las personas felices se diferencian a la hora de expresar gratitud regularmente. Ser optimista, realizar actos de bondad, saborear al máximo los acontecimientos felices y practicar el perdón.
Es sorprendente lo testarudos que somos para admitir que lo que sabemos de la felicidad, es más bien poco. Quizá por eso, también es sorprendente, que los mayores niveles de felicidad no se registren entre los dieciocho y veinticuatro años, o entre los veinticinco y treinta y cuatro años.
De hecho; las personas mayores de cincuenta años, son las que reportan mayores índices de felicidad.
Es un hecho, la gente vive feliz y se siente menos estresada, después de la mediana edad. Esta conclusión sale de una encuesta reciente en la que participaron más de trescientas cuarenta mil personas que mostró que los sentimientos de bienestar mejoraban a medida que las personas superaban esa edad.
Por el contrario, los negativos como estrés e ira disminuían después de los veinte años y por lo general las personas mayores de cincuenta se preocupan menos que los más jóvenes.
La conclusión fue simple; con la edad aumenta la inteligencia emocional.
Para los que les interese más las hormonas, los químicos que actúan sobre el cerebro cuando nos sentimos felices, sabemos que una mejora del estado de ánimo, se relaciona con una nivelación de serotonina, endorfinas y oxitocinas. Esta última, conocida como la hormona de la comunidad, el amor y la compasión.
Pero la ciencia de la felicidad puede ser aún más fascinante. Ya ha dado respuestas como; ¿qué es más importante para ser feliz, el dinero o el amor?
En este caso, sin duda; el amor es el ganador. Y en cuanto a la música, ¿por qué nos hace felices?
Pues verán, resulta que escuchar música, hace que nuestro cerebro libere una sustancia llamada dopamina, uno de los químicos relacionados con el placer.
Un estudio demostró que tan sólo el hecho de pensar en música sin escucharla, ya producía un aumento en los niveles de este compuesto.
También hay personas que afirman que todo está en la mente, que no permitirse estar tristes, es una de las claves de la felicidad. Esta es otra de las cosas que la ciencia ha demostrado incorrectas. Tener una perspectiva positiva, no significa que nunca te permita sentir tristeza. Al fin y al cabo la felicidad no es la ausencia de tristeza, no es ese mantra que nos repiten tanto en la Psicología mob con aquello de “mantente siempre optimista sin importar nada”.
El hecho es que al suprimir tristeza, también suprimes otras emociones más positivas, por lo que las personas que anulan las emociones, a largo plazo tienden con más frecuencia a la ansiedad y a la depresión.
Otra de las preguntas que hemos logrado contestar, sobre la felicidad, tiene que ver con esas personas que piensan que la felicidad es estar siempre alegre y contento, que es cuestión de pasarlo bien y disfrutar de la vida.
En un estudio se preguntó; ¿qué es más importante, el placer o la gratitud?
Y el resultado es; que aunque el placer es genial y acumular experiencias satisfactorias, es un ingrediente importante para una vida feliz, practicar la gratitud es aún más importante. No sólo es practicar ese ansiado bienestar, sino también es no tenerlo.
Por último, en temas sobre felicidad, debemos mencionar la risa y la comedia. ¿Sabías que reír estimula nuestro sistema inmune?
Algunos estudios encontraron que la risa es capaz de estimular las células de defensa de nuestro cuerpo para combatir infecciones. Además; en un estudio de la Universidad de Maryland, los científicos analizaron el efecto en los vasos sanguíneos cuando las personas veían comedias o dramas. Sorprendentemente descubrieron que las que veían dramas, tendían a tensarse, restringiendo el flujo de sangre por sus vasos. Mientras que las que veían comedia, mantenían un flujo sanguíneo normal.
¿Cómo les ayudó esta información amigos?
Puede que aún no sepamos con exactitud qué provoca la felicidad, pero desde luego no tiene nada que ver con el dinero, la edad o la inteligencia.
Esperemos que esta ciencia siga avanzando y pronto lo descubramos. Hasta entonces sean felices amigos.
Comentarios