María Antonieta de Austria. |
María Antonia Josepha Johanna Von Habsburg-Lothringen; más conocida bajo el nombre de María Antonieta de Austria, fue una archiduquesa y reina consorte de Francia y Navarra.
Nació el 2 de noviembre de 1755, en Viena, Austria. Fue la decimoquinta y penúltima hija de la emperatriz María Teresa I y de Francisco I, emperador del sacro imperio romano germánico.
La pequeña María Antonieta vivió una infancia relativamente despreocupada. Creció entre palacios al lado de sus diez hermanas y cuatro hermanos. Recibió una educación típica de una niña aristócrata del siglo XVIII.
Tras la guerra de los siete años en 1763, la preservación de la frágil alianza entre Austria y Francia, se convirtió en una prioridad para la emperatriz María Teresa. Reforzar alianzas a través del matrimonio era una práctica común entre las familias reales europeas de la época.
Así, María Teresa; decidió que su hija afianzaría la unión con Francia casándose con Luis Augusto, nieto de Luis Augusto XV y heredero del trono francés. El 13 de junio de 1769, tuvo lugar la petición de mano.
El 17 de abril de 1770, María Antonieta renunció a sus derechos sobre el trono de sus padres y cuatro días más tarde, se fue hacia su nuevo destino. Se casaron el 16 de mayo de 1770, en Versalles.
La joven María Antonieta, no fue del todo bien recibida en Francia, pero intentaba adaptarse a las costumbres locales. Para evadirse comenzó a concentrarse en la moda y empezó a distinguirse por las grandes fiestas y las partidas de cartas, donde se realizaban fuertes apuestas.
Pasó sus primeros años en la corte de Versalles, ajena a demasiadas obligaciones. Tras la muerte de Luís XV, el 10 de mayo de 1774, Luís Augusto de 20 años, lo sucedió en el trono francés como Luis XVI, haciendo así a María Antonieta de 19 años, reina de Francia.
Los jóvenes reyes de Francia no eran el matrimonio mejor avenido de la historia. Sus carácteres no eran del todo compatibles. Se ve que él era tímido y ella vivaz y divertida. Después de siete años, todavía no habían consumado la unión.
Finalmente en 1778, María Antonieta dio a luz a su primera hija, Maria Teresa. Tres años después, nacía el ansiado delfín, Luis José Javier Francisco. En 1785 tendría su tercer hijo, Luís Carlos, el futuro Luis XVII. Un año después nacería su última hija, María Sofía, que moriría con un año de vida.
A pesar de que la actitud de María Antonieta cambió ligeramente con la maternidad, no abandonó sus veladas y fiestas en el bello Petit Trianón, un palacio construido especialmente para ella.
Durante la década de 1780, el gobierno francés se encontraba lleno de problemas financieros y las malas cosechas no ayudaban. El estilo de vida extravagante de María Antonieta se convirtió en un tema popular y el número de críticas hacia la reina; muchas veces inciertas, fue en aumento.
En 1785; un malentendido por un carísimo collar marcó una nueva etapa de impopularidad y odio por parte del pueblo francés.
La reina fue considerada culpable de un acto que no cometió.
Ya en proceso de desatarse la revolución francesa, se difundió la famosa frase; “que coman pasteles”, que supuestamente habría pronunciado María Antonieta cuando la gente del pueblo sin harina para preparar pan, fue a Versalles a protestar. Los historiadores han dicho en varias ocasiones que no es cierta.
El 14 de julio de 1789, obreros y campesinos franceses asaltaron la prisión de la Bastilla para tomar armas y municiones, marcando uno de los hitos más simbólicos de la revolución. El 6 de octubre de ese año, una multitud se reunió fuera del palacio de Versalles y exigió que el Rey y la Reina fueran expulsados.
María Antonieta intentó colaborar con su marido en el gobierno cada vez más deteriorado del país, pero ya era demasiado tarde para la monarquía.
Después de la proclamación de la monarquía constitucional y del aceleramiento de los acontecimientos revolucionarios, la familia real decidió huir de París en 1791. Fueron capturados y hechos prisioneros.
En el verano de 1792, con Francia en guerra con Austria y Prusia, se pidió la expulsión del rey. En septiembre, después de un mes de terribles masacres en París, la convención nacional decidió abolir la monarquía y declarar la república francesa.
Tras la ejecución de Luís XVI, que había sido condenado a morir en la guillotina, María Antonieta fue separada de sus hijos y recluida, sometiéndose a crueles interrogatorios.
Nueve meses después de la muerte del Rey, fue declarada culpable de alta traición y penada a morir guillotinada, el 16 de octubre de 1793.
Hubo muchos factores que contribuyeron a los problemas económicos en la Francia de la época y María Antonieta no fue la causa principal, pero sí sirvió de chivo expiatorio.
A lo largo de la historia, su figura ha sido utilizada como la “personificación de los males de la monarquía”.
Maria Antonieta; fue la última reina de Francia. Una personalidad emblemática de la historia francesa y todo un símbolo del exceso y la frivolidad.
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