El origen de las palomitas. |
¡¡¡AYYYYYYY!!! Que ricas las palomitas de maíz… MMMMMMM
También son conocidas como: Pochoclos, Pororó, Pipopas, Cabritas, Popcorn, Crispetas, Cotufas, Poporopos, Rosetas… Entre otros muchos nombres
*KRUJIDO BIEN ZUKULEMTHO*
Son uno de los snacks favoritos para todos a la hora de ir al cine, ver una serie en casa… O disfrutar de un evento deportivo.
Tú ¿cómo las llamas?
Su rastro se remonta a milenios atrás. El origen de las palomitas es mucho más antiguo de lo que imaginas seguro.
Las palomitas de maíz son un alimento prehispánico, originario del continente americano, especialmente de los territorios que hoy en día se conocen como México y Perú.
Para las civilizaciones antiguas, el maíz era uno de sus principales alimentos y las palomitas eran una parte importante en sus ceremonias.
La llegada de los españoles a América fue el primer acercamiento de los europeos con las palomitas de maíz. Desde entonces se han popularizado alrededor de todo el mundo.
Además de su rico sabor y textura, este crujiente alimento aporta grandes beneficios a nuestra salud. Contienen antioxidantes para evitar que nos salgan arrugas y también aportan vitaminas E, fibras y minerales.
Pero no todo el maíz sirve para hacer palomitas, ya que es necesario que los granos contengan entre el 11 y el 14 porciento de humedad.
Pero... ¿Cómo se hicieron las palomitas de maíz el refrigerio indispensable que es?
Pues... Magia.
Todo empezó con la llegada de las máquinas palomiteras portátiles.
Las palomitas de maíz fueron muy, MUY, populares desde la década de 1890, hasta la gran depresión.
Los vendedores ambulantes solían estar en las multitudes de ferias y parques, empujando su carrito para hacer palomitas que utilizaban gas o vapor.
Durante la depresión, las palomitas de maíz a precios muy económicos, era uno de los pocos lujos que las familias podían permitirse.
Con la llegada del cine sonoro, Julia Bradenn, de Kansas City, tuvo la idea de que los espectadores pudieran aplacar la atención que provocaban las películas comiendo. Rápidamente empezó a ponerse de moda en todos los cines del país y de allí, al mundo.
Las palomitas de maíz tuvieron una decaída durante la década de 1950, con la llegada de la televisión a los hogares.
Pero fue con los microondas cuando el público comenzó a comer palomitas de maíz en casa.
La nueva relación entre televisión y palomitas de maíz condujo a un resurgimiento en popularidad.
Las palomitas de maíz siguen siendo grandes portadoras de beneficios en las salas de cine. Y es raro encontrar una casa sin una bolsa de palomitas de microondas en la despensa (En mi casa no hay)
¿A quién le apetece una tarde de sofá, películas, manta y palomitas?
A mí, pero no hay Netflix.
Bibliografía
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