El efecto Mandela. |
¿Recuerdas esa escena de Tom Cruise bailando con su camisa blanca, en calzoncillos y con gafas de sol?
¿O la mítica frase de Darth Vader en el Imperio Contraataca de “Luke, yo soy tu padre”?
Pues ahora piensa en que quizás alguna parte de esa información es falsa.
En la mítica escena de la película Risky Business, Tom Cruise no lleva gafas, y la conocidísima frase de Darth Vader era “No, yo soy tu padre”.
Tranquilos, tranquilos, tómense un segundo para asimilarlo.
Esto tiene un nombre, es el efecto Mandela. El hecho de recordar algo, que nunca fue de la manera en la que lo recordamos, pero; que aún así sentimos que estábamos en lo cierto, hasta que nos demuestran lo contrario.
Este efecto fue nombrado así por primera vez en 2013 por la bloguera estadounidense de lo paranormal, Fiona Broome.
Cuando tras la muerte de Nelson Mandela, escribía muy sorprendida que; tanto ella, como muchos de sus amigos, recordaban ver por la tele el momento en que Mandela moría en la cárcel mucho tiempo atrás. Incluso recordaban el funeral en su honor y todo.
Pero la realidad es que Nelson Mandela pasó 27 años de su vida en prisión y aún vivió la larga suma de 23 años en libertad antes de fallecer.
Los foreros de Reddit y Forocoches revivieron en 2015 la llama del efecto Mandela, con una larga lista de ejemplos de cosas que muchos recordamos, pero que nunca fueron así.
¿Cuánta gente iba en el coche de Kennedy el día de su asesinato?
¿Eran seis o eran cuatro?
¿Fué el golpe de Estado retransmitido en directo por Televisión mexicana?
¿Era la frase realmente “¿espejito, espejito, quién es la más bella?” en la película animada de Blanca Nieves?
Antes de que a nadie se le fria el cerebro intentando recordar vamos a buscar una explicación lógica a todo esto.
Algunos achacan estos errores de la memoria a la existencia de mundos paralelos, en los que tal cosa si ha sucedido.
Mundos en los que, una pequeña acción diferente, puede generar muchos cambios respecto a nuestra realidad. Hay quien asegura que nuestro mundo es como un software, un programa informático y que estas confusiones son, más bien, errores en el programa, como fallos en Matrix.
Igual les convence más la teoría que asegura que estos hechos eran de cierta manera, pero que el gobierno o instituciones como la CIA, son quienes alteran la información para que nunca conozcamos la verdad.
No sé ustedes, pero nosotros preferimos decantarnos por una explicación un poco más científica del tema.
La memoria humana es imperfecta y comete fallos más a menudo de lo que creemos. Hay varios factores que nos pueden llevar a sufrir el efecto Mandela. Uno de ellos es la desinformación.
Por ejemplo; imagina que conoces cierto hecho, pero no por haberlo vivido, sino porque les lo han contado. Das esa historia por real y esta se convierte en la verdad para ustedes, pero luego resulta que esa información es mentira.
Ni siquiera hace falta que toda la historia sea falsa, solo algún detalle. Puede que la historia se fije fuertemente a nuestra memoria de manera que recordemos que esto o aquello pasó así, aunque en realidad fuera de otra manera.
Nuestra mente es muy maja así que suele darnos la razón.
Por ejemplo; otra manera de ser afectados por el efecto Mandela es esta: Si nosotros tenemos ciertas creencias, nuestra mente hará lo posible para que las veamos como ciertas.
Mismamente, cuanto más les interese el susodicho efecto, seguro que encuentras más hechos que lo apoyen.
También puede ser que nuestro cerebro coloque algo que hemos imaginado o soñado en alguno de nuestros recuerdos, seguramente así empiezan muchos efectos Mandela.
Alguien se lo imaginó y luego se lo contó a otra persona y ésta a otra y... ya tenemos un nuevo rumor en internet.
Otra forma de que esto suceda puede ser por haber vivido un hecho muy traumático. De manera que nuestro cerebro adapta lo vivido a unos recuerdos más aceptables para nosotros mismos.
Esta última esperamos que no les pase a nadie de ustedes.
Ahora que ya sabes lo que es el efecto Mandela ¿Están seguros de que no hay ninguno escondido entre sus recuerdos?
Desde aquí les planteamos un reto ¿Recuerdan el logo del Monopoli?
Si, si, ese señor mayor, con chistera, monóculo y un enorme bigote ¿Es realmente así? ¿Estás seguro? ¿O quizás… no?
Bibliografía
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