La historia vudú del origen de los zombies. |
La figura del zombie ha ido evolucionando desde sus orígenes. Y es que; si eres fan de los zombies, sabrás que no se originaron por el descuido de un científico patoso que se dejó caer una cepa de un virus mutante en un laboratorio secreto del gobierno.
No; la leyenda de los zombies es mucho más real de lo que crees. Proviene de la isla de haití y está estrechamente relacionada con la esclavitud y el culto vudú.
De acuerdo a esta religión, tenemos un alma dual, por un lado está el Gros-bon-ange "gran buen ángel", que controla la personalidad, la memoria y los sentimientos de la persona. Perder esta parte del alma equivale a perder la vida. Y por otro lado tenemos el Ti-bon-ange "pequeño buen ángel" que está a cargo del cerebro, la sangre, la cabeza y lo más importante; la consciencia.
Es por medio de la pérdida de esta parte del alma por lo que se crea un zombie. Pero ¿cómo se llega a perder una parte del alma?
En la religión vudú existen unos hechiceros llamados bokor, que se cree que son capaces de robar el Ti-bon-ange mediante artes mágicas. Este proceso se conoce como zombificación.
De acuerdo a la tradición existen dos tipos de zombies, por una parte está el alma sin cuerpo, o zombie incorpóreo; que es el Ti-bon-ange de una persona que ha sido robado y encerrado en un recipiente. Es una entidad espiritual que el bokor puede usar para distintos medios; asesinar, hacer que alguien caiga enfermo o destruir cosechas. También puede servir como protección para los que lo poseen.
Y por otra parte está el cuerpo sin alma o zombie corpóreo; que es el que nosotros conocemos.
El bokor roba el Ti-bon-ange de la persona, por lo que ésta cae enferma y finalmente muere para después ser revivido por el mismo hechicero.
En la cultura popular se ha extendido la creencia de que muchos esclavos que realizaban trabajos forzados, ya fuese en plantaciones o como sirvientes domésticos, eran zombies. Los rumores de la existencia de muertos vivientes en Haití se extendieron por el mundo
En 1880, Spencer St. John; un periodista inglés en Haití, dio a conocer el ritual por el cual se envenenaba a jóvenes haitianos con una pócima para después ser revividos. Pero una vez resultados, éstos no contaban con voluntad propia y eran obligados a trabajar como mano de obra esclava.
En 1982, Edmund Wade Davis Earls; un científico canadiense viajó a Haití para investigar otros casos de supuesta zombificación. Es así como conoció a Clairvius Narcisse, un hombre que decía haber sido convertido en zombie.
El haitiano aseguraba que su hermano había contratado los servicios de un bokor para que lo transformará en zombie por problemas de una herencia. Narcisse fue obligado a trabajar en una plantación junto con otros zombies durante dos años.
Davis, tras un tiempo investigando, pudo hacerse con una muestra de la pócima que se utilizaba en la zombificación.
En su libro La serpiente y el arcoiris, publicado en 1986, explicó que uno de los componentes de esa pócima era una neurotoxina procedente del pez globo, la tetrodotoxina.
Esta sustancia usada en ciertas cantidades, causa parálisis y puede simular la muerte porque disminuye el metabolismo y la frecuencia cardiaca. De ahí la creencia que las personas morían y volvían a la vida.
También demostró el por qué del control del bokor sobre los supuestos zombies, y es que los hechiceros suministraban a las personas revividas una droga hecha a partir de estramonio, una hierba venenosa que tiene efectos disociativos y alucinógenos y que puede causar pérdida de memoria. La película homónima de 1988, dirigida por Wes Craven, está basada en este libro.
Aún así, muchos se muestran escépticos con las investigaciones de Davis, dado que la mayoría de las muestras que utilizó como ejemplo contenían ingredientes confusos o de efecto incierto. Además; su falta de conocimiento de la lengua de la religión vudú y de muchos otros aspectos, hizo que su investigación se describiese como poco profunda y crédula.
En los últimos años el fenómeno zombie ha supuesto un boom en lo relativo a la cultura; cine, televisión, literatura, videojuegos. Pero las manifestaciones del zombie moderno no guardan apenas similitud con el zombie originario de Haití, salvo en lo básico, que ambos son muertos que vuelven a la vida.
El zombie actual es un muerto viviente que viene acompañado de un apocalipsis mundial que surge de un mal experimento o virus y que se alimenta de carne humana. Esto lo podemos encontrar en la serie de televisión de AMC, The Walking Dead, en el libro Guerra Mundial Z, de Max Brooks o en la saga de videojuegos y películas Resident Evil. Todos ellos muy populares. Incluso hay marchas en las que la gente sale a las calles disfrazada de zombie.
¡Oh! y no podemos irnos sin rendirle homenaje al director George Andrew Romero, que falleció en julio de 2017 y el cual era considerado el creador del cine de zombies.
Su influencia en el género fue tal, que no sólo ayudó a transformar el cine de terror de los años 60, sino que plantó las bases para la construcción de la figura del zombie tal y como la conocemos ahora. La noche de los muertos vivientes, de 1968, fue la película con la que comenzó todo.
Y es que quedan muertos vivientes para rato. Así que mira a tu derecha porque lo primero que veas podría ser tu arma en un inminente apocalipsis zombie.
Bibliografía
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