Nina Hopkins (Nina the Killer)

Nina Hopkins (Nina the Killer); fue una vez una fan normal de Jeff the Killer, pero se convirtió en una asesina en serie loca y despiadada después de

Nina Hopkins (Nina the Killer)
Nina the Killer.

Nina Hopkins
de 11 años de edad, fue trasladada a una nueva escuela para estar más cerca de su casa. 

Una mañana de domingo, un día antes de su primer día de clases en su nuevo colegio, se despertó, fue al baño y se lavó los dientes. A continuación; se metió de nuevo en la cama con su ordenador. 

Nina no era una de esas niñas motivadas que se levantaban con energía para abrir la ventana y dejar entrar la luz para aprovechar bien la mañana para andar en bicicleta. No; ella simplemente disfrutaba de ver anime, escuchar música y tocar la guitarra. 

Ese domingo, sin demasiada emoción, Nina quiso releer por milésima vez EL ORIGEN DE JEFF THE KILLER. Adoraba los creepypasta y Jeff era su preferido. Sentía una rara atracción hacia él, cada vez que lo leía sentía un extraño impulso. 

Mientras disfrutaba de su lectura, de pronto escuchó la puerta… levantó la vista de la pantalla y se encontró con su pequeño hermano Chris y sus hermosos ojos verdes. 

Chris era el príncipe de Nina, lo adoraba y solía llamarlo así porque todas las noches le contaba cuentos de hadas del bosque para dormirlo. Chris tenía el cabello negro y la tez blanca, igual a su difunto padre. En cambio; Nina era de cabello castaño claro, ella era muy parecida a su madre. 

Chris la llamaba para comer, así que bajaron. 

A la mañana siguiente, Nina y Chris empezaban las clases en su nueva escuela. Nina se vistió con una de sus camisas favoritas, una falda negra, unas medias rayadas y un suéter morado. Mientras se colocaba su bolso sintió algo extraño… como un tirón, algo raro estaba pasando, una extraña y pequeña sonrisa se formó en su boca. 

Cuando llegaron a la escuela los hermanos se separaron para ir a clases. En el descanso se fueron a comer juntos, eligieron un lugar callado y calmado en el jardín de atrás donde casi no había nadie. Mientras masticaban su sándwich una chica mucho mayor que ellos con aspecto rudo se acercó. 

–Vaya, vaya ¿pero qué tenemos aquí? ¿Alumnos nuevos?– Anunció la chica. 

–Mi nombre es Claudia y yo mando en este colegio y si no obedeces lo que digo lo pagarás muy caro–  Sacó una navaja de sus jeans y de pronto dos chicos salieron de un árbol cerca, eran Mailcon y Jony

Nina se incorporó y se puso enfrente de Chris para protegerlo, no querían problemas, sólo almorzar tranquilamente. 

Los hermanos se habían instalado en el lugar equivocado, ya tenía dueño. 

Chris no estaba de acuerdo con esta situación y se levantó, –nosotros no hemos hecho nada, sólo estamos aquí; tranquilamente comiendo– de repente Jony lo golpeó y Chris cayó en los brazos de Nina

¡CHRIS! Exclamó Nina sosteniéndolo en sus brazos. 

Nina soltó un golpe en la cara de Claudia tumbándola al suelo, después se abalanzó sobre ella tomándole la navaja y clavándosela en el hombro de Claudia

Mailcon sostuvo a Nina por la espalda y la apresó en sus brazos, Nina le dio una fuerte patada en la entrepierna del chico tumbándolo al suelo. Nina se defendió como pudo. Jony salió corriendo pero Nina agarró la navaja y se la lanzó clavándosela en el estómago. 

NINA, BASTA– oyó la voz de su hermano. Chris estaba asustado y sorprendido. 

Los hermanos se fueron a casa a cambiarse la ropa y lavarla porque estaba manchada de sangre. Nina se sentía extraña, como que notaba una incipiente sensación de matar. 

Abrió su armario encontrándose con su colección de Jeff the Killer, posters, chapas, algunos cuadernos viejos, muñecos y peluches, los miró con cariño y temor y dijo; –Jeff ¿tu me haces esto...?– 

Luego del incidente buscaron y buscaron a los culpables de la pelea, pero no los encontraron, como pensarían que fue una niña de 11 años como Nina

Las semanas pasaron con relativa tranquilidad. Un día Nina abrió su casillero encontrándose con una nota que decía; “Sé lo que hiciste, pero no te preocupes... no le diré a nadie, eres hábil… pero peligrosa.” No tenía firma. 

Nina estaba cada vez más desquiciada. 

Una tarde el dulce príncipe Chris llegó a casa todo golpeado; Jony, Claudia y Mailcon habían tomado venganza. Nina estaba de los nervios, pero se autocontroló a muy duras penas. 

Cuando volvieron al colegio se los encontraron en el pasillo, la batalla fue brutal. Nina apartó a Chris y corrió hacia el cuarto de la limpieza y se encontró con un cuchillo. 

Sus ansias de matar crecían por momentos. 

Salió del cuarto y atravesó la cabeza de Jony, que soltó un chorro de sangre. La sangre cayó en la cara de Nina y allí, justo en ese momento; algo se rompió en Nina, como un hilo, el hilo que dividía la locura de la cordura. 

Claudia y Mailcon dieron unos pasos atrás, Nina se giró hacia su lado, mostrando una sonrisa psicótica, haciendo que hasta Chris se estremeciera, Nina se volvió loquísima atacándolos a todos. 

–Ni-Nina… ¿te-te encuentras bien?– Alegó con horror. 

Nina se giró; –¿Sentirme bien…? ¡ME SIENTO EXCELENTE! ¡Vamos mi príncipe! Debemos volver a casa. 

En el medio de la noche, Nina se levantó y se fue a la cocina. –¿Dónde estás maldita lejía?– Gruñó Nina buscando. 

–¿Buscabas esto pequeña?– Nina oyó una voz a su espalda, volteó y se encontró con una sorpresa bastante reconfortante al ver a un chico en la entrada de la cocina sosteniendo el bote de lejía. El chico tenía una piel extremadamente blanca, su pelo era negro y chamuscado y tenía una sonrisa tosca y horrenda. 

–Oh, Jeff the Killer.– alegó Nina con una mirada un tanto desafiante. –Te he estado vigilando… me parece que tu cabeza ya está preparada.– 

–Estás en lo correcto. Necesito ese bote de lejía, ¿si me permites…?– Añadió Nina, dándole la mano para que se lo diera. 

Jeff lo abrió, después prendió un cerillo y se lo lanzó haciendo que Nina ardiera en fuego. 

Nina se desmayó y quedó inconsciente. 

Despertó en el hospital al lado de su madre y su pequeño hermano. Tras un mes de recuperación, llegó el momento de quitarle las vendas. 

Nina vio la cara de su madre y de su hermano asustados. 

–¿Qué? ¿Qué pasa?– 

–Her-hermanita.– Dijo Chris abrazándola –te-te sigues viendo igual de bonita que antes.– Salió corriendo hacia un espejo y vio que tenía la cara blanca y el cabello negro y chamuscado como el de Jeff y se puso muy feliz. 

Nina ya no era la niña inocente que había sido, ahora era un monstruo. 

Se fueron a su casa y Nina estaba contenta con su nuevo rostro, aunque pensó que necesitaría unos arreglos. Así que se cortó su cara haciéndose una sonrisa en el rostro, después agarró el cuchillo y se fue al cuarto de su madre y le dijo: 

–Mira mamá, estoy hermosa.– La madre asustada se fue corriendo, Nina la persiguió y la asesinó. Chris la vio y se asustó demasiado. 

Chris, Chris, Chriiiiiiiis– 

–He-hermanita, ¿e-estás bien?– 

–Estoy mejor que nunca. Oh vamos Chris, sal, yo no te haría nada, tranquilo.– Dijo con una sonrisa perturbadora. 

–¿Sabes? Me siento más hermosa que nunca y empezaré una nueva vida en los bosques de hadas… ¿quieres venir conmigo?– 

Chris asintió. –Sólo debes irte a dormir mi príncipe.– 

Bibliografía

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