Huyyyy ¡tengo muchas ganas de rascarme! ¡Hola, amigo! ¿Haz sentido alguna vez tantas ganas de rascarte que ya no puedes aguantar más?
¡Estamos de acuerdo en eso! Pero siendo el sarpullido una sensación tan horrible… ¿por qué sentimos picor?
¿De qué nos sirve esto?
¡Vamos a averiguarlo ahora mismo!
Durante mucho tiempo y a falta de comprender bien el mecanismo por el cual sentimos picor, se pensaba que el picor y el dolor eran sensaciones detectadas y transmitidas por las mismas células nerviosas y eran interpretadas después como sensaciones diferentes por el cerebro.
Algo así como que el mismo cable llevara 2 impulsos con información diferente que el cerebro debía diferenciar.
Pero a día de hoy sabemos que eso no es del todo así. Aunque sí existen un tipo de células nerviosas llamadas Fibras-C que pueden detectar picor, dolor y calor. Existen un grupo especializado de células dentro de estas Fibras-C que se encargan de llevar la sensación del picor exclusivamente.
Existe una amplia variedad de estímulos que pueden causarnos picor. Desde reacciones alérgicas, bichos (sonido bicho) o un ambiente seco, hasta algunas enfermedades; como la psoriasis, diabetes o incluso tumores cerebrales.
Y luego están esas que aparecen porque sí, quizás solo por hablar sobre el picor. Y es que lo más probable es que con lo que llevamos de lectura ya te hayas rascado alguna vez.
¡Estamos de acuerdo en eso! Pero siendo el sarpullido una sensación tan horrible… ¿por qué sentimos picor?
¿De qué nos sirve esto?
¡Vamos a averiguarlo ahora mismo!
Durante mucho tiempo y a falta de comprender bien el mecanismo por el cual sentimos picor, se pensaba que el picor y el dolor eran sensaciones detectadas y transmitidas por las mismas células nerviosas y eran interpretadas después como sensaciones diferentes por el cerebro.
Algo así como que el mismo cable llevara 2 impulsos con información diferente que el cerebro debía diferenciar.
Pero a día de hoy sabemos que eso no es del todo así. Aunque sí existen un tipo de células nerviosas llamadas Fibras-C que pueden detectar picor, dolor y calor. Existen un grupo especializado de células dentro de estas Fibras-C que se encargan de llevar la sensación del picor exclusivamente.
Existe una amplia variedad de estímulos que pueden causarnos picor. Desde reacciones alérgicas, bichos (sonido bicho) o un ambiente seco, hasta algunas enfermedades; como la psoriasis, diabetes o incluso tumores cerebrales.
Y luego están esas que aparecen porque sí, quizás solo por hablar sobre el picor. Y es que lo más probable es que con lo que llevamos de lectura ya te hayas rascado alguna vez.
Básicamente lo que ocurre es esto: cuando un estímulo activa una de estas células nerviosas, se envía una señal desde estos nervios y a través de la médula espinal hasta una región en nuestros cerebros que se llaman corteza somatosensorial, que es donde se procesa esta información, dando como resultado la sensación de picor.
Pero ¿por qué no hay ningún medicamento para aliviar el picor?
Espera; que aquí viene lo bueno: Hace 4 años, 2 investigadores publicaron un estudio en el que mostraban que esta sensación tan desagradable es transmitida a través de un neurotransmisor llamado poli péptido natriurético cerebral o BNP por sus siglas en inglés y modificaron genéticamente a unos ratones para no producir BNP.
Acto seguido; expusieron a los ratones a químicos para producirles picor. Estos ratones todavía tenían sentido del tacto y notaban el calor y el dolor, pero ya no se rascaban ante esos estímulos, ante los que antes sí lo hacían. Por lo que concluyeron que si podían bloquear el BNP podían bloquear el picor.
Estas fueron fantásticas noticias para comprender mejor cómo funciona el picor, pero por desgracia no es tan simple deshacerse de el, no basta solo con bloquear BNP, porque el BNP tiene otra función más. Es secretado por el corazón para regular la cantidad de sodio que segregan los riñones y con esto ayudan a controlar la tensión arterial. Pero aun así; en la mayoría de ocasiones, aunque el picor sea una sensación desagradable bloquearlo no sería una buena idea.
Y es que el picor tiene un sentido evolutivo, para protegernos de patógenos en nuestra piel como un mosquito que nos quiere picar, una garrapata que nos quiera morder o las toxinas de una planta venenosa.
Esto puede explicar por qué no notamos picor más allá de en nuestra piel, como en nuestros órganos, que están protegidos de esas amenazas externas.
¡Imagínate cómo sería sentir picor en el corazón o los intestinos!
Y ahora que ya sabes cómo funciona el picor, ¿puedes imaginar por qué se alivia al rascarlo?
Pues bien; es porque cuando rascamos una zona, estimulamos receptores del picor y del dolor simultáneamente y nuestro cerebro da prioridad al estímulo del dolor, al estar avisandonos de un estímulo que requiere atención más urgente.
Pues sí que hay cosas detrás de un simple picorcillo.
Y ahora es tu turno, cuéntanos... ¿has sentido picor mientras veías este artículo?
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