Seguro que les ha pasado miles de veces que justo el día que sales de casa sin paraguas se pone a diluviar, o cuando compras algo en la máquina expendedora se queda atascado y SIEMPRE que se cae la tostada, lo hace por el lado de la mantequilla.
Probablemente creas que se trate de una conspiración del universo contra ustedes, pero no; casi todos estos infortunios son explicados por la Ley de Murphy, según la cual; “Si algo puede salir mal, saldrá mal”.
No hemos sido los primeros en darnos cuenta de que estas cosas pasan. El famoso poeta escocés Robert Bruns en 1786 escribió que los mejores planes del hombre y los ratones siempre salen mal. Y en 1884 el novelista James Payn expuso el ejemplo del pan y la mantequilla por primera vez.
Pero no fue hasta 1949 que la ley de Murphy o Leyes de Murphy aparecieron como tales gracias al ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy del que obtienen su nombre. Edward trabajó para las fuerzas armadas de Estados Unidos en grandes proyectos como el Apolo o el helicóptero Apache, desarrollando sistemas de seguridad.
Realizó un proyecto de las fuerzas aéreas para ver la fuerza G, que mide el efecto de aceleración a causa de la gravedad, que una persona era capaz de soportar al frenar bruscamente.
Tras varias pruebas, Edward modificó el diseño pero no obtuvo resultados. Revisó detenidamente las conexiones de los cables realizadas por su asistente. Había dos formas posibles de establecer la conexión entre los sensores y resultó que TODAS estaban mal.
¡No dio ni una!
Entonces Murphy dijo: si una persona puede cometer un error, lo hará. Poco a poco se volvió famosa la expresión Ley de Murphy y lo que surgió como un principio de seguridad a tener en cuenta en ingeniería se convirtió en una versión más popular de la inevitabilidad de las catástrofes.
Pero…¿Qué hay de cierto en las leyes de Murphy?
Todo suena a casualidad o superstición sin embargo, aunque parezca extraño, la ciencia está detrás de muchos de estos enunciados pesimistas.
En 1996 el científico Robert A. J. Matthews tras varios experimentos probó que las Leyes de Murphy no se tratan de mala suerte si no de pura física, consiguiendo un Premio IG Nobel.
Retomando la famosa tostada de mantequilla que siempre cae bocabajo, demostró, basándose en la mecánica de un sólido rígido y la velocidad de rotación, que una tostada solo puede girar media vuelta cuando cae desde la altura de una mesa estándar.
Para que la tostada pudiese dar una vuelta completa y no estamparse ensuciando el suelo, la mesa debería tener más de 2,5 metros de alto. Desgraciadamente en Ikea no las venden de este tamaño, no sería práctico para los humanos.
Otras de las leyes de Murphy tienen relación con el sesgo de negatividad y la memoria selectiva, tendemos a recordar las cosas malas que nos pasan y a darles más importancia. Si algo nos sale mal una sola vez se nos quedará grabado en la mente de forma más fácil que las mil veces que nos ha salido bien. Esto es algo innato del ser humano y de nuestro sentido de supervivencia.
Matthews también habla de otro fundamento que es la correlación ilusoria, según la cual cuando estamos en un atasco siempre nos dará la impresión de estar en el carril más lento. Esto se debe a que pasamos más tiempo viendo como nos adelantan que cuando nosotros adelantamos.
Otro razonamiento que propone es la estadística y la lógica. Si llegamos a un lugar donde hay dos colas, la que avance más lentamente tendrá más gente y habrá más probabilidades de que nos encontremos en ella. Si hay cuatro filas y elegimos una, hay un 75% de oportunidades de que otra de las filas sea más rápida.
Al igual que si perdemos un calcetín, hay más posibilidades de que el siguiente que perdamos sea de un par diferente que esté completo, ya que son los que utilizaremos. Las leyes de murphy o leyes de la máxima desgracia se han popularizado para explicar sucesos negativos de la vida cotidiana que acontecen de forma fortuita; para justificar lo gafes que somos o el motivo de por qué el universo está en nuestra contra...
Pero lo cierto es que si nos ponemos a investigar, casi todos estos principios tienen una justificación evidente como se ha ido demostrando a lo largo de los años.
¡Cuenten sus experiencias con las leyes de Murphy en los comentarios!
Probablemente creas que se trate de una conspiración del universo contra ustedes, pero no; casi todos estos infortunios son explicados por la Ley de Murphy, según la cual; “Si algo puede salir mal, saldrá mal”.
No hemos sido los primeros en darnos cuenta de que estas cosas pasan. El famoso poeta escocés Robert Bruns en 1786 escribió que los mejores planes del hombre y los ratones siempre salen mal. Y en 1884 el novelista James Payn expuso el ejemplo del pan y la mantequilla por primera vez.
Pero no fue hasta 1949 que la ley de Murphy o Leyes de Murphy aparecieron como tales gracias al ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy del que obtienen su nombre. Edward trabajó para las fuerzas armadas de Estados Unidos en grandes proyectos como el Apolo o el helicóptero Apache, desarrollando sistemas de seguridad.
Realizó un proyecto de las fuerzas aéreas para ver la fuerza G, que mide el efecto de aceleración a causa de la gravedad, que una persona era capaz de soportar al frenar bruscamente.
Tras varias pruebas, Edward modificó el diseño pero no obtuvo resultados. Revisó detenidamente las conexiones de los cables realizadas por su asistente. Había dos formas posibles de establecer la conexión entre los sensores y resultó que TODAS estaban mal.
¡No dio ni una!
Entonces Murphy dijo: si una persona puede cometer un error, lo hará. Poco a poco se volvió famosa la expresión Ley de Murphy y lo que surgió como un principio de seguridad a tener en cuenta en ingeniería se convirtió en una versión más popular de la inevitabilidad de las catástrofes.
Pero…¿Qué hay de cierto en las leyes de Murphy?
Todo suena a casualidad o superstición sin embargo, aunque parezca extraño, la ciencia está detrás de muchos de estos enunciados pesimistas.
En 1996 el científico Robert A. J. Matthews tras varios experimentos probó que las Leyes de Murphy no se tratan de mala suerte si no de pura física, consiguiendo un Premio IG Nobel.
Retomando la famosa tostada de mantequilla que siempre cae bocabajo, demostró, basándose en la mecánica de un sólido rígido y la velocidad de rotación, que una tostada solo puede girar media vuelta cuando cae desde la altura de una mesa estándar.
Para que la tostada pudiese dar una vuelta completa y no estamparse ensuciando el suelo, la mesa debería tener más de 2,5 metros de alto. Desgraciadamente en Ikea no las venden de este tamaño, no sería práctico para los humanos.
Otras de las leyes de Murphy tienen relación con el sesgo de negatividad y la memoria selectiva, tendemos a recordar las cosas malas que nos pasan y a darles más importancia. Si algo nos sale mal una sola vez se nos quedará grabado en la mente de forma más fácil que las mil veces que nos ha salido bien. Esto es algo innato del ser humano y de nuestro sentido de supervivencia.
Matthews también habla de otro fundamento que es la correlación ilusoria, según la cual cuando estamos en un atasco siempre nos dará la impresión de estar en el carril más lento. Esto se debe a que pasamos más tiempo viendo como nos adelantan que cuando nosotros adelantamos.
Otro razonamiento que propone es la estadística y la lógica. Si llegamos a un lugar donde hay dos colas, la que avance más lentamente tendrá más gente y habrá más probabilidades de que nos encontremos en ella. Si hay cuatro filas y elegimos una, hay un 75% de oportunidades de que otra de las filas sea más rápida.
Al igual que si perdemos un calcetín, hay más posibilidades de que el siguiente que perdamos sea de un par diferente que esté completo, ya que son los que utilizaremos. Las leyes de murphy o leyes de la máxima desgracia se han popularizado para explicar sucesos negativos de la vida cotidiana que acontecen de forma fortuita; para justificar lo gafes que somos o el motivo de por qué el universo está en nuestra contra...
Pero lo cierto es que si nos ponemos a investigar, casi todos estos principios tienen una justificación evidente como se ha ido demostrando a lo largo de los años.
¡Cuenten sus experiencias con las leyes de Murphy en los comentarios!
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