Primero el oso
https://www.manuelverdugo.com/2023/01/primero-el-oso.html
Acomodé mi cuerpo hacia el frente, tanto que casi me tumbo hacia la lumbre... la razón es muy sencilla, todos en este lugar tienen una manera muy peculiar de acomodarse: mientras estás muy agusto y pensante, se van a ir acercando, con tal sigilo que ni te vas a percatar de ello.
Harán una pregunta con malas intenciones...
Diose la vuelta el animal, ¡es muy buen ejemplar!
En las patas anteriores, oscuras como la noche y el carbón, un par de ojos muy humanos, garras del tamaño de 15 centímetros, serían la envidia de los dragones.
¡Aún comentando!
-En efecto, te he buscado y di contigo, y te he traído un obsequio. Puedes tomarlo, te sirves por favor, el asado ya está listo.
Aquí la timidez no tiene lugar, al fin y al cabos que tengo mucha más carnita para asar. El monstruoso animal, no confiado de su suma imponencia, aún así desconfió. de algún truco en la comida
Podría tomar la pierna asada o algunas costillas, ¿por donde empiezo? El oso hizo varias más preguntas, ¿Que clase de carne es esta? ¿Jabalí o carne cruda? Al mucho tiempo se decidió por una barbacoa de armadillo.