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| ¿Mori o fui al cielo? |
El mundo real tenía prisa por complacer. La chica de cabello oscuro estaba sentada en el borde de la litera, presionando su muslo contra mi costado. La ropa traicionó a una enfermera en un extraño, pero por alguna razón inmediatamente me vino a la mente algo así como una fiesta temática para adultos.
Y desde los marcos y desde la bata, los botones en formas muy atractivas se mantuvieron en libertad condicional, y desde debajo del borde cosido blanco como la nieve, descaradamente cerca de mi palma, no pantimedias, sino medias reales. Y en general, el uniforme de la belleza parecía... un poco apretado. En el buen sentido.
- ¿Murió? No, qué sois, vuestra excelencia... ¡Estáis más vivos que todos los vivos!
Su mirada parpadeó hacia el área justo debajo de la cintura, donde la manta estaba de punta.
¡Maldición!
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