Resumen:
Sasha era el último de la fila de cazadores recién acuñados y miraba con indiferencia al futuro jefe de la práctica.
Una chica curvilínea alta, casi una cabeza más alta, con músculos bien desarrollados que se veían a través de un mono térmico ajustado, les había estado dando lecciones durante 20 minutos sobre lo que no se debía hacer en la superficie.
La voz chirriante, agrietada y desagradable no correspondía de ninguna manera a una figura hermosa. Sash, a diferencia de los demás, entendió lo que estaba haciendo el instructor.
En el siguiente paso, la silueta de la chica explotó en una cascada de movimientos bruscos y la trinidad de chicos, como sacos de arena, voló unos pasos, pintorescamente desparramados sobre la dura superficie.
Con Sasha, este truco no funcionó para ella. Solo se apartó ligeramente y el golpe se fue al vacío. La niña no perdió el equilibrio y solo retrocedió rápidamente, mirándolo con sorpresa.
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