¿Qué se siente ser la mujer más fea del mundo?
¿Qué se siente ser la mujer más fea del mundo? Julia Pastrana de origen mexicano, en su nacimiento tuvo un defecto que dejó a todos enmudecidos y con
¿Qué se siente al ser la mujer más fea del mundo?
Esa es la pregunta que le hicieron a Julia Pastrana, una mexicana que nació en 1834 con una rara condición genética que le causaba hipertricosis, es decir, un exceso de vello facial y corporal. Julia fue exhibida como una atracción de feria en Europa y Estados Unidos, donde la llamaban "la mujer mono" o "la mujer oso". Su vida fue una historia de explotación, humillación y abuso, pero también de resistencia, dignidad y talento.
Julia Pastrana no solo era una mujer extraordinaria por su apariencia física, sino también por su inteligencia y su sensibilidad. Aprendió a hablar Inglés, Francés y Alemán, además de su lengua materna, el Español. También sabía cantar, bailar y tocar la guitarra. Era una artista que disfrutaba de su trabajo y que buscaba el reconocimiento del público. Sin embargo; nunca pudo escapar de la mirada morbosa y cruel de quienes la consideraban una monstruosidad.
Su historia es un ejemplo de cómo la sociedad ha tratado a las personas que no se ajustan a los estándares de belleza impuestos por la cultura dominante. Julia Pastrana fue víctima de un sistema que la cosificó, la deshumanizó y la privó de sus derechos más básicos. Murió a los 26 años, después de dar a luz a un hijo que heredó su condición y que también falleció a los pocos días. Sus cuerpos fueron embalsamados y exhibidos durante décadas como objetos de curiosidad científica.
No fue hasta el año 2013 que los restos de Julia Pastrana fueron repatriados a México y enterrados con respeto en su tierra natal. Su historia ha inspirado a numerosos escritores, artistas y activistas que han reivindicado su memoria y su legado. Julia Pastrana fue la mujer más fea del mundo según los cánones de su época, pero también fue una mujer valiente, talentosa y humana que merece ser recordada por su historia y no por su apariencia.
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