Sed

Sed

- ¡Espalda con espalda! ¡Corre! Spike rugió de inmediato. Carlos, ¿cómo estás? ¡Carl, hijo de puta!

Pero la respuesta fue el silencio, dudo que esté vivo allí, lo que significa que solo quedamos tres contra un número desconocido de monstruos.

— Oye, ¿qué tienes ahí? Siseó el walkie-talkie en el pecho de la cabeza.

- Serpiente, parece que acertamos, ¿cómo estás?

- Tranquila, aléjate de la pared, te la saco… ¡Aaa! - un grito desgarrador de uno de los miembros del equipo de la Serpiente de repente se metió en la conversación y luego resonaron disparos de ametralladora y varios aplausos.

Los escuchamos a ambos perfectamente a través de la pared y al segundo siguiente algo voló hacia ella. Un estallido en auge resonó en el almacén, seguido de más disparos y de repente todo quedó en silencio. Todo lo que se escuchaba era el motor en marcha constante afuera, detrás de las persianas enrollables de la puerta y la respiración acelerada de sus camaradas detrás de él. Las linternas se cambiaron a ultravioleta hace mucho tiempo, pero aparentemente no ayudaron mucho a Serpiente y su equipo.

"Malditos, vámonos", murmuró Koma en voz baja detrás de él. "¿Cómo diablos llegamos aquí?"

- ¡Cierra tu boca! Shilo dijo secamente. - Llamarás problemas.

- ¿Y ahora nosotros, en tu opinión, hemos tenido una suerte increíble? ¡Eres todo tú, Dyateol, graznó! - De repente sentí un empujón en la espalda y salí volando del anillo de protección general.

No es el hecho de que esta posición fuera tan efectiva, pero aun así nos cubrimos las espaldas. En tal situación, incluso el enemigo no es expulsado del "acoplamiento", pero lo más probable es que esto sea lo que me salvó la vida.

Dos estallidos no muy fuertes y mis antiguos camaradas se desplomaron en el piso de concreto en bolsas sin forma. Una linterna se apagó de inmediato, pero la segunda cayó en la parte trasera, pero algo todavía estaba dañado en ella. No, no dejó de brillar, pero empezó a parpadear parcialmente, como una luz estroboscópica en un club nocturno. Mis ojos brillaron de inmediato, a pesar de que con mi linterna seguía disipando la oscuridad de la habitación. Ni siquiera sé lo que esperaba, con un revólver de cañón corto en la mano, aquí la gente con ametralladoras no podía defenderse.

Mis nervios se estiraron al límite, comenzó a parecer que las sombras de alguien parpadeaban, solo que no escuché ningún sonido y por supuesto, no vi a nadie. La luz de la linterna se lanzaba entre las filas de estantes, saltando constantemente de una dirección a la opuesta. Y aquí está lo extraño: nadie me ha atacado hasta ahora. Y esta maldita luz estroboscópica continuó parpadeando, irritando los ojos y la imaginación cada vez más. No pude soportarlo, con cuidado me acerqué a él y lo aplasté con mi pie. Siéntase mejor inmediatamente, pero no por mucho tiempo.

"Manos arriba", me estremecí ante el repentino toque de un objeto duro en la parte posterior de mi cabeza...

Un mundo cruel, despiadado y sin principios lleno de criaturas sedientas de sangre. No todos sobreviven aquí. Pero mientras el corazón late, entonces todavía hay una oportunidad y todo lo que queda es rezar para que no se vuelva negro.