Frida Kahlo. |
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón; más conocida como Frida Kahlo, nació en Coyoacán el seis de julio del cero siete (1907) y fue una pintora y poetisa mexicana.
Frida creció en la famosa Casa Azul en Coyoacán, junto a su papá Guillermo Kahlo. Alemán, nacionalizado mexicano y su mamá Matilde Calderón.
Frida tuvo tres hermanas, Matilde Adriana y Cristina; menor que ella once meses y un hermano Guillermo que murió a los pocos días de nacer.
Además, Frida tenía tres hermanas mayores por parte de padre, Luisa, Margarita y María muerta al poco de nacer también.
La infancia de Frida está marcada por las diversas enfermedades que padeció, dejándole secuelas permanentes; una pierna más delgada y nueve meses en la cama.
Su padre como forma de animarla y para que le sirviera de rehabilitación, la animó a practicar diversos deportes, como el fútbol o el boxeo.
A diferencia de la buena relación que mantenía con su padre, la relación de Frida con su madre está marcada por altibajos, no siendo ésta una constante en su vida.
En mil novecientos veintidós (1922), ingresó en la Escuela Nacional Preparatoria de ciudad de México, donde quería estudiar medicina.
Será aquí donde conocerá a futuros intelectuales y artistas mexicanos, como Salvador Novo y el que sería su novio; Alejandro Gómez Arias, entre otros.
Frida ingresaría en el grupo de Los Cachuchas, llamados así por las gorras que usaban. Se autodefinían como un grupo político crítico de la autoridad y de las injusticias.
Frida comenzó a trabajar como aprendiz en el taller de grabado e imprenta de Fernando Fernández Domínguez, un amigo de su padre que le enseñaba a dibujar copiando a Anders Zorn y el diecisiete de septiembre de mil novecientos veinticinco (1925), Frida sufrió un grave accidente de tráfico.
El autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Padeció severas lesiones, entre ellas la múltiple fractura de la columna vertebral y la pelvis. Según ella fue una de las formas más violentas de perder la virginidad.
Se tuvo que someter a diferentes métodos de recuperación que la marcarían para siempre, como corsés de yeso o mecanismos de estiramiento.
Durante su larga convalecencia comenzó a pintar de manera constante y así es como la pintura cobra un lugar central en su vida.
En el veintiséis (1926), pintó su primer autoretrato que dedicó a Alejandro. En esta primera obra podemos observar una característica que será constante en su obra, reflejar los sucesos de como ella ve la vida y los sentimientos que éstos le producen.
Por esta época Frida ya había empezado a frecuentar ambientes políticos, artísticos e intelectuales. Ahí sería donde conocería a Diego Rivera, veintiún años mayor que ella.
Rápidamente Frida asistiría a las reuniones del Partido Comunista de México, del cual Diego era militante.
En mil novecientos veintiocho (1928), Frida visitó a Rivera cuando este estaba trabajando en uno de sus famosos murales con el objeto de mostrarle sus propios trabajos.
Rivera quedó impresionado y la animó a seguir pintando. Desde entonces Diego fue un invitado constante en la casa de los Kahlo.
El veintiuno de agosto de mil novecientos veintinueve (1929), se casaron.
Al matrimonio lo llegaron a llamar la unión entre un elefante y una paloma, puesto que Diego era grande y obeso y Frida pequeña y delgada.
Su relación se basaba en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo y odio.
Aunque los médicos le dijeron a Frida que por sus lesiones nunca podría tener hijos, en el treinta (1930), se quedó embarazada.
Pero por las secuelas del accidente y la posición del bebé, su embarazo tuvo que ser interrumpido.
Frida tardaría en aceptar que nunca podría tener hijos.
A pesar de las aventuras por ambas partes, la pareja se complementaba a la perfección en muchos aspectos.
Diego amaba su pintura y era su mayor admirador, pero por el contrario Frida fue la mayor crítica de su marido.
Debido al ambiente político del momento y gracias a la fama que Diego tenía en EE.UU. la pareja se instaló allí.
Frida entraría en contacto con las influencias de Giorgio de Chirico.
Sería en Detroit, en medio de un encargo de su marido donde Frida tuvo otro aborto, cuyo dolor dejaría plasmado en varias de sus obras.
Después de este terrible suceso, la pareja regresó a México en el treinta y tres (1933).
En mil novecientos treinta y nueve (1939), Kahlo y Rivera se divorcian tras una serie de infidelidades, siendo la más dolorosa la mantenida por Diego con su hermana Cristina.
Por este entonces Frida mantuvo un romance con el líder comunista León Trotsky, el cual vivió exiliado esos años en la Casa Azul.
Después del asesinato de Lyev (León) Trotsky a manos de un miembro de la NKVD (Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos), Frida Kahlo fue culpada y arrestada, pero al poco tiempo fue puesta en libertad.
Un año después la pareja volvería a casarse, siendo este un acuerdo amistoso más que un matrimonio al uso.
Durante esos años, el reconocimiento artístico a su obra se fue incrementando, llegando a participar en importantes exposiciones en el Moma de Nueva York, entre otros.
En mil novecientos cincuenta y tres (1953), se organizó la única exposición individual en la Ciudad de México.
La salud de Frida estaba muy deteriorada, asistiendo al evento en ambulancia y en una cama de hospital. Ese mismo año le tuvieron que amputar la pierna derecha por debajo de la rodilla debido a la gangrena.
Esto hizo que entrara en una profunda depresión, intentando suicidarse en varias ocasiones.
Finalmente Frida Kahlo murió en Coyoacán el trece de julio del cincuenta y cuatro (1954). Fue incinerada y sus cenizas reposan en la Casa Azul hoy convertida en un museo.
Las últimas palabras en su diario fueron:
Espero alegre la salida y espero no volver jamás.
Su personalidad ha sido adoptada como una de las banderas del feminismo Internacional. Frida Kahlo se ha convertido en un referente cultural, en un mito que permanece más allá de la imagen que creara la pintura de sí misma.
Larga vida a nuestra Frida.
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