Creepypasta de Minecraft: Los ojos de Enderman. |
Edu nunca conseguía aprobar Matemáticas. Para alentarlo, sus padres le prometieron, que si conseguía sacar más de un cinco sobre diez en el próximo examen le comprarían el videojuego que tanto deseaba: Minecraft.
Y eso fue lo que sucedió. Estudió tanto imaginándose con el juego en sus manos, que logró obtener un seis. Ese mismo día se lo regalaron.
Inició la partida y creó un nuevo mundo. Sabía lo que tenía que hacer porque había pasado muchas horas viendo gameplays en Youtube. Comenzó por recolectar madera y con ella creó un hacha, un pico y una espada.
Era el momento de ir a la mina en busca de piedra. Después iría a por carbón y finalmente a por hierro, que le permitiría mejorar sus herramientas. Con todo eso podría picar los ansiados diamantes. Tenía comida suficiente para una larga exploración.
Pero mientras buscaba una cueva por la que comenzar, anocheció y le atacaron los arqueros y zombies. Había tantos que no podría sobrevivir si los enfrentaba, así que salió corriendo. Estaba tan nervioso que no vio la inmensa grieta que tenía delante suya.
Cuando se detuvo justo en el borde, una flecha le golpeó en la espalda y lo empujó al vació. Por suerte, logró sobrevivir, pero le quedaba sólo medio corazón. De repente, unas piernas negras se posaron ante él. Miró hacia arriba. Era un monstruo negro con ojos morados que reconoció al instante: “¡Un Enderman!”.
Asustado dejó el teclado y el ratón. El personaje se quedó mirándole a los ojos. Entonces el enemigo empezó a temblar. Tras unos segundos, alargó los brazos y le golpeó, matándolo definitivamente.
Le dio al botón de reaparecer, estaba muy cabreado por haber perdido todas sus cosas. Sabía que el juego le mandaría a un lugar lejano y tendría que empezar de cero. Cuando cargó la partida, extrañamente respawneó en el mismo lugar, y aquél personaje volvió a atacarle agresivamente. Le asesinó de solo tres golpes.
Hizo clic en el mismo botón y pasó exactamente lo de antes. Empezaba a cabrearse, quería jugar y no sabía que ocurría. La situación se repitió varias veces más, hasta que definitivamente quitó el juego.
Se fue a dormir y tuvo pesadillas en las que se sentía dentro del juego y era atacado por los monstruos. Se despertó en mitad de la noche y vio claramente a unos ojos morados como los de un Enderman delante de su cama.
Gritó con todas sus fuerzas. Cuando su madre encendió la luz, desapareció. Pero no pudo volver a conciliar el sueño. No paraba de escuchar los sonidos que hacía aquel personaje hostil. Se convenció de que debía ser una ilusión y fue a la cocina para tomar un vaso de leche caliente y despejarse.
Mientras esperaba a que el microondas acabase, se sintió bastante incómodo, algo no estaba bien. Escuchó un ruido a su espalda. Instintivamente se giró para contemplar unos ojos morados observándole fijamente desde la ventana.
Comentarios