Tim Bergling (Avicii). |
Tim Bergling, conocido en el mundo de la música como Avicii, nació el ocho de septiembre de mil novecientos ochenta y nueve (1989) en estocolmo, la capital de Suecia.
Avīci; sin la última i, es como se conoce en el budismo, el nivel más bajo del infierno.
Después de que un amigo se lo contara, Tim decidió usarlo como nombre en Myspace, pero como ya alguien lo había registrado, tuvo que añadirle una i por delante.
Era un niño tímido y reservado, que tuvo una infancia normal. Creció felizmente con sus hermanos mayores, de los que recibió influencias musicales de lo más variadas.
Quizás a esto se deba su tan criticada y amada al mismo tiempo mezcla de estilos.
Empezó como todos los chicos que quieren ser DJ’s, mezclando en su habitación y subiendo su material a Internet.
Pero Tim tenía algo especial y su música no estaba destinada a quedarse en las sombras de la red.
En el dos mil ocho (2008), con apenas dieciocho años, consiguió entrar en el mundillo, con una versión de la canción del juego Lazy Jones para Commodore 64.
A partir de ese momento fue un no parar, pronto consiguió el apoyo de gente importante a la que admiraba, como DJ Tiësto o Pete Tong y comenzó su gira a nivel mundial, primero remezclando y luego con sus propias canciones, como la canción Levels en dos mil once (2011).
Llegaron las primeras colaboraciones, como por ejemplo David Guetta y sus primeras nominaciones a los Grammy, de fiesta en fiesta y sin respiro, fue acumulando éxito tras éxito, hasta convertirse en uno de los DJ’s más solicitados del mundo.
En dos mil trece (2013) grabó su primer álbum de estudio; True, con el famoso Wake Me Up que nos hizo bailar todo el verano.
En dos mil catorce (2014), se supone que Avicii tocaría en el Ultra Music Festival (UMF); es un festival anual de música electrónica, pero lo pospuso por problemas de salud, apareciendo de nuevo en la Copa Mundial de la FIFA cantando junto con otros DJ’s el himno oficial del torneo mundial de futbol.
En dos mil quince (2015) con un Avicii recuperado e imparable, saca al mercado su segundo álbum; Stories, al que siguió una temporada de festivales, conciertos y colaboraciones con grandes marcas.
Todo parecía ir bien, pero el veintinueve de marzo del dos mil dieciséis (2016), sorprendió al mundo con una honesta carta dirigida a sus fans vía web, donde informaba que abandonaría los escenarios tras el último concierto de la gira en verano de dos mil dieciséis (2016).
Durante ese tiempo Avicii empezó a tener problemas muy graves de salud, teniendo que cancelar varios conciertos.
El veintiocho de agosto de dos mil dieciséis (2016) hizo su última aparición en Ibiza, España. Le diagnosticaron Pancreatitis aguada. –Demasiado alcohol para el cuerpo– le dijeron. Además de problemas mentales, crisis existencial; como preguntas del por qué de la vida.
Después de las operaciones Tim prometió cuidarse, se echó novia formal y adoptó un perrito.
Pero tranquilos, esto no significaba el final de muerte para Avicii, siguió trabajando en su música y prometió un tercer álbum.
–Aunque a mi ver ya andaba planeando su acto final–.
En dos mil diecisiete (2017) sacó un Extended Play (reproducción extendida), con el nombre de Avīci (01) y con la cantante Rita Ora hizo una versión semi–acústica de Lonely Together.
Siguió trabajando junto a otros cantantes y DJ’s e hizo entrevistas y documentales, incluso estaba por terminar su tercer álbum cuando el veinte de abril de dos mil dieciocho (2018), Bergling apareció muerto en Mascate (Omán); país asiático.
La policía informó que fue suicidio al no haber evidencia de asesinato. Sólo encontró en el cuerpo de Avicii heridas autoinfligidas por una botella de vino quebrada.
El ocho de junio lo enterraron en la ciudad donde nació; Estocolmo. Y su póstumo (que nace o sale a la luz después de su muerte) álbum; TIM, salió a la venta el seis de junio del año pasado (2019).
Con tan sólo veintiocho años Avicii dejó un gran historial, mismo que le servirá para ser recordado por tiempo indefinido.
Además, como él mismo escribió en dos mil diecisiete (2017); –Una parte de mi nunca puede decir nunca…–.
Yo habría dicho; una parte de mi nunca muere…
Y para serles sincero, siempre en mi mente circuló la idea de que Avicii era víctima de brujería. Siempre se lo veía en la mirada.
Es un comentario que queda en el aire.
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