¿Qué pasaría si los polos se derritiesen? |
A estas alturas todos estamos concienciados con la conservación del planeta y las consecuencias de la contaminación.
Aunque la verdad es que no siempre hacemos todo lo posible por mejorarlo. Tenemos que cuidar el medio ambiente amigos.
Uno de los problemas más preocupantes es el calentamiento global. Durante el último siglo la temperatura media ha ascendido casi 2 grados centígrados. Esto ha provocado el deshielo de los polos, que han aumentado el nivel del mar entre 15 Y 20 centímetros.
Si esto continúa, las repercusiones para la naturaleza y la raza humana podrían ser devastadoras.
¿Se habían preguntado qué pasaría si se derritieran los polos por completo?
Pues presta atención.
Se calcula que en la tierra existen 29 millones de kilómetros cúbicos de hielo, sumando no sólo los polos, también las cordilleras montañosas. Si se derritieran, el nivel del mar aumentaría casi 66 metros y la temperatura media del Planeta subiría de los 14.4 grados centígrados actuales hasta los 26.6.
Los primeros afectados serían los animales del Ártico, incluyendo los osos polares, leones marinos, focas morsas, pingüinos etcétera.
También los pueblos esquimales, que tendrían que abandonar sus territorios y emigrar a zonas más templadas, perdiendo toda su cultura y tradiciones.
Miles de cadáveres, los de aquellos exploradores y montañeros que murieron congelados a lo largo de la historia comenzarían a aparecer en estado de perfecta conservación. También saldrían a la luz nuevos restos de civilizaciones antiguas, como neandertales, que habitaron zonas heladas.
No sólo eso, diversos virus del pasado, que actualmente están sepultados bajo el hielo, podrían volver a emerger y tener consecuencias devastadoras en la salud pública.
Pero la cosa no quedaría ahí. Unos 13 millones de kilómetros cuadrados de tierra, algo más que la extensión de Europa, serían invadidos por el agua.
A pesar de que se ganaría algo de terreno al quedar al descubierto zonas de Groenlandia y la Antártida.
Muchas grandes ciudades se verían de repente sepultadas bajo las aguas. La lista es interminable. En Europa; Amsterdam, San Petersburgo, Copenhague, entre otras ciudades quedarían sumergidas por completo.
La expansión del mar Mediterráneo absorbería al mar Negro y al mar Caspio.
En América, la mayoría de las ciudades de la costa atlántica quedarían hundidas. Nueva York, Buenos Aires, Cancún… las cuencas del Amazonas y del río Paraguay se transformarían en parte del Océano Atlántico.
En Asia, parte del territorio chino y de Bangladesh desaparecerían. En Oceanía, un nuevo mar surgiría en medio de Australia. África, a pesar de tener también sus consecuencias, sería el continente menos afectado.
La torre inclinada de Pisa, la Estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, la casa Blanca de Washington… Cientos de lugares emblemáticos desaparecidos bajo el agua.
Y la peor consecuencia sería la marea de millones de desplazados provenientes de estas ciudades sumergidas, que tendrían que emigrar a otras tierras, generando un caos social.
Pero no sólo la superficie terrestre, el clima también se vería afectado. Los ciclos meteorológicos serían caóticos, provocando cientos de tormentas y ciclones alrededor del planeta, debido al cambio en las corrientes del mar.
Aumentarían los periodos de frío extremo en invierno y en verano las olas de calor se alargarían durante semanas.
A escala planetaria, la nueva distribución del agua modificaría el momento de inercia de la tierra, por lo que el día duraría unos tres segundos más y dependiendo de esta nueva distribución, el eje de rotación podría cambiar lo suficiente hasta situar a Europa como el nuevo Polo Norte.
Aunque; después de todo hay que aclarar que sería muy difícil que todo el hielo del planeta se llegase a derretir por acción del ser humano, y en todo caso llevaría miles de años.
Pero no hace falta irse a casos tan extremos. Se calcula que a mucho más corto plazo, alrededor del diez por ciento del hielo de la Antártida, podría derretirse, elevando el nivel del mar de cinco a seis metros.
Así que ya saben amigos, el calentamiento global es un problema real, y sus consecuencias no son de relato de ciencia ficción.
Pongámonos manos a la obra entre todos y cambiemos el rumbo de la historia a un planeta mejor.
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