El origen del tenedor
El origen del tenedor; al principio se comía con los dedos, pero llegó un momento en que este objeto resultó imprescindible por higiene y educación pa
El origen del tenedor. |
¿Qué te apetece comer?
Estoy pensando en ensalada, una chuleta, un plato de pasta, un arroz con bogavante, langostinos y una pizca de pimienta con un toque de picante y un poquitín de perejil…
… Sea lo que sea que vayas a tomarte, todos usamos el tenedor a la hora de comer.
Los orígenes del cuchillo son antiquísimos, los de la cuchara otro tanto, pero su compañero el tenedor es bastante más jovencito que cualquiera de ellos.
El nacimiento del utensilio nos lleva al siglo XI, en Constantinopla. Hasta entonces llevarse un alimento a la boca era sinónimo de cogerlo con las manos, pero la princesa bizantina Teodora Ana Ducaina, se negaba a tocar la comida con las manos. Así que mandó fabricar un artilugio que le permitiese hacerlo sin que sus dedos entrasen en contacto con el alimento.
Se inventó entonces un tenedor primigenio, una herramienta provista de un par de púas que recibió el nombre de pincho y fue fabricado en oro.
La delicada princesa fue feliz con aquella herramienta que le permitía comer sin tener que ensuciarse. Fue la misma princesa quien lo trajo a Europa al casarse con el hijo del Gran Duque de Venecia.
Pero sus comienzos no fueron fáciles. El nuevo instrumento, sufrió un rechazo generalizado, por diversos tipos de razones, aunque la principal fue por la falta de habilidades de quienes lo utilizaban.
Muchos se pinchaban la lengua, las encías, los labios… lo utilizaban a modo de mondadientes, para rascar y hurgar...
Llegó a ser denominado "instrumento diabólico", por San Pedro de Damián, quien consideraba demasiado refinada la utilización del tenedor en las comidas.
Todavía tendrían que pasar algunos siglos más hasta que; en el XVI, de la mano de Catalina de Médici, una importante noble italiana, el tenedor comenzase su verdadera expansión. Continuaba siendo considerado demasiado refinado, pero los más cercanos a la corona le dieron una oportunidad. Cuando hubo pasado otro siglo, los italianos ya lo habían acogido en sus mesas por completo.
En su paso por la península con forma de bota, el viajero inglés Thomas Coyat descubrió el tenedor y quedó fascinado con él. En su tiempo en el país adoptó la idea de que no era nada refinado comer con las manos, así que se llevó consigo el invento cuando regresó a Inglaterra. Aunque al principio, el utensilio no convenció a sus compatriotas, que lo consideraban poco viril.
Para mediados del siglo XVIII el tenedor ya estaba completamente instaurado en toda Europa. Aunque en España existen referencias de trinchadores medievales en el siglo XIV y también había un instrumento similar llamado broca, pero no muy popular.
Nadie concibe poner la mesa sin un tenedor. Existen muchísimos para diferentes usos, el de pescado, el de carne, el de ensalada, el de las ostras, el de los caracoles, el de postre… demasiados.
Y ahora una prueba de modales ¿dónde se coloca el tenedor, al lado derecho o al izquierdo?
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