¿Por qué las galletas se ponen blandas y las magdalenas duras?
¿Por qué las galletas se ponen blandas y las magdalenas duras? |
Nos encanta desayunar, pero mucho; casi podríamos decir que es nuestro momento favorito del día.
Cereales, tortitas, tostadas, gofres, croissants, napolitanas de chocolate, pizza fría, galletas, magdalenas… se nos hace la boca agua solo de pensarlo.
Pero hay algo que nos frustra profundamente, llegar emocionados a la mesa, con nuestra taza de leche/té/café, nuestro zumo de naranja recién exprimido, coger nuestro paquete de galletas favorito y encontrarnos que están todas blandurrias porque “a alguien” se le ha olvidado cerrarlas bien.
¿Sabes de qué hablamos, verdad?
Entonces damos por perdido el plan de las galletas y vamos decididos a por el paquete de magdalenas, pero, SORPRESA, están duras como piedras.
Decidido, el día no puede empezar peor.
¿Alguna vez te has preguntado por qué pasa esto?
¿Por qué cuando abrimos un paquete de galletas al cabo de unos días se van reblandececiendo y al contrario, si es un paquete de magdalenas el que está abierto se ponen duras?
La clave a esta pregunta está en el tiempo de cocción y en la humedad del ambiente. La humedad de dos elementos en contacto tiende a equilibrarse. En este caso son los productos y el aire.
Estamos ante una situación similar a lo que ocurre con el helado cuando lo sacamos del congelador, que se derrite o cuando ponemos la sopa en el plato, que se enfría.
Las galletas y las magdalenas tienen casi los mismos ingredientes pero las crujientes galletas pasan por un horno a gran temperatura que produce una desecación de la misma, obteniendo un alimento con poca humedad. Al entrar en contacto prolongado con el ambiente, absorben el agua que les falta y se reblandecen.
Las esponjosas magdalenas, y también del pan; contienen más agua que el ambiente, además cuentan con más poros por los que pasa el aire, por lo que van perdiendo más humedad y se endurecen con el tiempo.
¿Curioso, verdad?
¿Ustedes qué suelen desayunar?
Y antes de terminar, un consejo; no olvides cerrar los paquetes de la comida cuando los abras, ¡que después pasa lo que pasa!
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