Fulgurita, ¿qué pasa cuando un rayo cae en la arena? |
El rayo, un montón de hebras amarillas y aterradoras, como si de la raíz de un árbol se tratase. Se le relaciona como la herramienta de muchos dioses y pieza clave para darle vida a Frankenstein. Con su resplandor instantáneo se logran ver entre las nubes en cada tormenta.
Al año caen en la tierra millones de rayos, y pueden ser tanto dañinos como benéficos, pues son fuente de destrozos en la naturaleza. En ocasiones hasta generadores de incendios
A todo esto, ¿te has preguntado alguna vez qué es lo que pasa cuando un rayo cae en la arena?
Fulgurita; es el nombre que recibe este fenómeno, viene del latín “fulgur” que significa relámpago y se produce cuando el dióxido de silicio de la arena se vaporiza y solidifica, convirtiéndose en cristal.
Cuando un rayo cae sobre un lugar arenoso hace que esta alcance altas temperaturas, de hasta 4000 ºC (grados centígrados). De esta forma las partículas de silicio que contienen los granos de arena se funden y se vitrifican al enfriarse creando estas peculiares formaciones rocosas. Esto sucede en milésimas de segundo generando tubos huecos de cristal natural.
El tamaño de las fulguritas varía según la dirección del impacto y la intensidad de la corriente eléctrica. Un rayo puede propagarse hasta 15 metros bajo tierra. El diámetro suele variar entre 2 y 50 mm milímetros y el color de la fulgurita depende de las propiedades minerales de la superficie, normalmente tiene color grisáceo pero algunas tienen tonalidades verdosas, blancas e incluso translúcidas.
Estas piedras de sílice fueron admiradas desde tiempos inmemoriales creyendo que eran señales y regalos de los dioses. Existen fulguritas que tienen miles de años. La más antigua se encontró fosilizada en la Isla de Arran en Escocia y data de hace doscientos cincuenta millones de años.
Las fulguritas sirven para decorar, como amuletos y son coleccionados por muchas personas. También son necesarios a la hora de hacer estudios paleoambientales que nos dejan conocer el tipo de clima en épocas pasadas.
Aunque son difíciles de hallar, aparecen en lugares arenosos como desiertos o playas donde se producen grandes tormentas. Hay que tener mucho cuidado cuando se extraen ya que son frágiles y pueden romperse en pedazos. Algunas de las fulguritas más grandes del planeta se hallan en Florida, EE.UU. y en Torre de Moncorvo al noroeste de Portugal con ramificaciones de hasta siete metros de largo.
Las tormentas son uno de los fenómenos más impresionantes y peligrosos de la naturaleza. Procurar resguardarse y tomar todas las precauciones. Una vez que se despeje, si tienes oportunidad acércate a la playa o desierto y echa un vistazo.
Las fulguritas son indefensas, carecen de electricidad en su interior y si las encuentras puedes tomarlas sin riesgos y vas a poder decir que haz tenido en tus manos un rayo en tus manos.
A todo esto, ¿te has preguntado alguna vez qué es lo que pasa cuando un rayo cae en la arena?
Fulgurita; es el nombre que recibe este fenómeno, viene del latín “fulgur” que significa relámpago y se produce cuando el dióxido de silicio de la arena se vaporiza y solidifica, convirtiéndose en cristal.
Cuando un rayo cae sobre un lugar arenoso hace que esta alcance altas temperaturas, de hasta 4000 ºC (grados centígrados). De esta forma las partículas de silicio que contienen los granos de arena se funden y se vitrifican al enfriarse creando estas peculiares formaciones rocosas. Esto sucede en milésimas de segundo generando tubos huecos de cristal natural.
El tamaño de las fulguritas varía según la dirección del impacto y la intensidad de la corriente eléctrica. Un rayo puede propagarse hasta 15 metros bajo tierra. El diámetro suele variar entre 2 y 50 mm milímetros y el color de la fulgurita depende de las propiedades minerales de la superficie, normalmente tiene color grisáceo pero algunas tienen tonalidades verdosas, blancas e incluso translúcidas.
Estas piedras de sílice fueron admiradas desde tiempos inmemoriales creyendo que eran señales y regalos de los dioses. Existen fulguritas que tienen miles de años. La más antigua se encontró fosilizada en la Isla de Arran en Escocia y data de hace doscientos cincuenta millones de años.
Las fulguritas sirven para decorar, como amuletos y son coleccionados por muchas personas. También son necesarios a la hora de hacer estudios paleoambientales que nos dejan conocer el tipo de clima en épocas pasadas.
Aunque son difíciles de hallar, aparecen en lugares arenosos como desiertos o playas donde se producen grandes tormentas. Hay que tener mucho cuidado cuando se extraen ya que son frágiles y pueden romperse en pedazos. Algunas de las fulguritas más grandes del planeta se hallan en Florida, EE.UU. y en Torre de Moncorvo al noroeste de Portugal con ramificaciones de hasta siete metros de largo.
Las tormentas son uno de los fenómenos más impresionantes y peligrosos de la naturaleza. Procurar resguardarse y tomar todas las precauciones. Una vez que se despeje, si tienes oportunidad acércate a la playa o desierto y echa un vistazo.
Las fulguritas son indefensas, carecen de electricidad en su interior y si las encuentras puedes tomarlas sin riesgos y vas a poder decir que haz tenido en tus manos un rayo en tus manos.
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